Tribunal Comunitario de Arlington Brinda Nueva Oportunidad

Published on September 30, 2025

Arlington Municipal Court plaque on a wooden wall.

El innovador programa piloto de la Corte Comunitaria de la Ciudad de Arlington ayuda a residentes de bajos ingresos y veteranos elegibles a resolver infracciones menores de Clase C mediante alternativas como servicio comunitario, educación y desarrollo laboral, consejería y programas de recuperación de adicciones, en lugar de simplemente pagar cientos de dólares en multas.

Lanzado en marzo de 2024, este programa piloto de cuatro años, financiado con fondos federales, se enfoca en atender las causas subyacentes que pueden haber contribuido a los problemas legales de los participantes, como dificultades económicas, falta de vivienda, adicciones o limitadas habilidades laborales. Entre las infracciones más comunes que se resuelven a través del Tribunal Comunitario se encuentran la intoxicación pública, posesión de parafernalia de drogas y conducir sin licencia o seguro válido.

“Antes de que hagan un plan de pago o paguen con efectivo sus infracciones puedan hacer unos cursos ya sea aprender el idioma de inglés, hacer un examen de GED, hacer consejería o simplemente horas comunitarias,” aseguró Rocio Chairez, Gerente de Casos del Tribunal Comunitario.

A participant graduates from the Community Court in 2025

Una Experiencia Diferente de Tribunal

Los participantes se reúnen con la jueza Delaney y su trabajador social en una sala dentro del Centro de Servicios Humanitarios de Arlington en Sanford Street, en lugar de hacerlo en el tribunal municipal. Esta elección busca reducir el “miedo y la ansiedad” que algunas personas sienten al entrar en un tribunal tradicional, señaló Chairez.

El programa cuenta con el apoyo de dos gestores de casos y numerosos aliados comunitarios, entre ellos Goodwill of North Texas, Mission Arlington, Texas Workforce Solutions, Recovery Resource Counseling y la Biblioteca Pública de Arlington. Estas alianzas permiten conectar a los participantes con recursos y apoyos adaptados a sus necesidades.

Las alternativas a las multas incluyen:

  • Completar servicio comunitario.
  • Consejería y programas de recuperación de adicciones.
  • Obtener el GED o diploma de secundaria.
  • Tomar clases de inglés como segunda lengua.
  • Desarrollar habilidades laborales para conseguir empleo de tiempo completo.

La gestora de casos Rocio Chairez expresó su esperanza de que el Tribunal Comunitario ayude a eliminar el estigma y el temor que algunas personas sienten hacia el sistema judicial.

“Para que la persona no camine por la calle con el miedo de que lo van a parar o que no pueden pagar, el programa está aquí para poder ayudar a todas las personas elegibles,” expresó Chairez.

Este programa está disponibles para personas de bajos recursos, personas sin hogar y veteranos de guerra.

“El Tribunal Comunitario es para ayudar, no para ponerle una piedrita más en el camino a la persona”, agregó Chairez.

Un Impacto que Cambia Vidas

La jueza Delaney ha observado el impacto inmediato y positivo que el programa genera en los participantes, la mayoría de los cuales se gradúan en un plazo de 90 a 120 días.

“Hemos tenido personas que estaban sin hogar cuando ingresaron al programa y ahora cuentan con vivienda permanente”, relató Delaney. “Algunos participantes nos han compartido abiertamente que enfrentan problemas de adicciones. Como contamos con proveedores en todas las sesiones, pudimos conectarlos en ese mismo momento con la ayuda que necesitaban”.

Poco después de iniciar, el programa se amplió para incluir también a veteranos, además de residentes de bajos ingresos.

“Era muy importante para nosotros servir también a quienes han servido a nuestro país”, destacó Delaney.

El éxito del programa culmina en una ceremonia de graduación, un momento con gran significado para los participantes. Tal fue el caso de la residente Josefina Ruiz, quien resolvió una infracción de Clase C relacionada con un accidente de tráfico y por no contar con seguro de auto, tras completar su servicio comunitario a inicios de este año.

“En la comunidad Hispana a veces hay tantas ayudas, pero nosotros no sabemos cómo buscar esas opciones”, expresó Ruiz sobre su experiencia. “Me dieron todas las opciones y yo opté por las clases de inglés y las clases de consejería y esas fueron las opciones que yo sabía que me iban a beneficiar mucho”.

El Tribunal Comunitario de Arlington está financiado mediante una subvención federal de 900,000 dólares de la Bureau of Justice Assistance. Arlington fue una de solo cinco ciudades en Estados Unidos en recibir este competitivo apoyo.

“Estoy agradecida con la ciudad de Arlington, no tenía ni la menor idea de que este programa tan bueno existía”, concluyó Ruiz.